sábado, 26 de mayo de 2007

Relatos de amor

Relatos de amor

Dios creó al hombre y a la mujer;
y al séptimo día soñó y soñó
y creó a la otra.


Cuando el hombre se durmió, Dios aprovechó y le quitó una costilla.
Tal vez para que no lo sepa o quizá arrepentido ante ese vil acto, decidió tapar el hueco con carne.
Si hubiese querido, no habría necesitado herirlo. El tenía suficiente poder para generar otro ser a partir de la nada; mas prefirió crear la mujer a expensas del hombre y que ésta portara entonces la misma sustancia.
Por eso dicen que cuando el hombre deja a sus padres, es para formar con ella un solo ser.
El ser hombre, con costilla.

¡Esféricos! Vociferaron griegos.
Seres de cuatro piernas, cuatro brazos y una cabeza.
Una sola con dos rostros que miran hacia lados opuestos.
Pobres esféricos... están condenados a desconocerse siempre.
Condenados a no encontrarse jamás.
La pereza de semejante infelicidad los volvió vagos e insolentes.
Entonces, Zeus, indignado ante la condición vergonzosa e inercial de estas criaturas, tras mucho pensarlo, envió un rayo y los partió al medio.
¡Qué se busquen! dijo
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Relatos de amor
by Vanesa Guerra, 1996
Metáforas del lunar conyugal, 2000

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